La selección uruguaya de rugby, ha desarrollado un estilo de juego que ha evolucionado notablemente en los últimos años, adaptándose tanto a las exigencias del rugby internacional como a sus propios recursos.
Defensa: el pilar del juego de los teros
A lo largo de los años, la selección ha cultivado una defensa sólida y estructurada, capaz de resistir los embates de equipos de mayor envergadura. Este sistema se complementa con una presión constante sobre el portador del balón, intentando forzar errores y recuperar la posesión de forma rápida.
Ataque: velocidad y amplitud en el juego
En ataque, Uruguay ha evolucionado hacia un rugby de mayor amplitud y profundidad, buscando explotar las bandas y realizar pases rápidos para desbordar a las defensas rivales. La clave de su juego ofensivo radica en la utilización de la velocidad de sus backs, como los extremos, quienes son capaces de generar peligro a partir de jugadas de ruptura. Además, los Teros también se han especializado en jugadas a balón parado, como los scrums y las lineouts, que les permiten ganar terreno y mantener la posesión.
Adaptación estratégica según el rival
Con el paso de los años, Uruguay ha perfeccionado su juego en función de los rivales, adaptando su estrategia a cada enfrentamiento. Su capacidad para alternar entre una defensa férrea y un ataque dinámico es una de las claves de su éxito en el ámbito internacional.