El rugby femenino en Argentina y Uruguay ha visto un impresionante crecimiento en los últimos años, manifestado tanto en el aumento de cifras como en el desarrollo a nivel regional y nacional. A pesar de ser un deporte tradicionalmente asociado con los hombres, está ganando cada vez más terreno entre las mujeres de estas dos naciones sudamericanas, motivado por diversas iniciativas y un notable incremento en la participación activa de las jugadoras femeninas.
Evolución en Argentina: cifras que hablan por sí solas
Según los datos facilitados por la Unión Argentina de Rugby, el rugby femenino en Argentina ha experimentado un crecimiento espectacular del 121% en los últimos cinco años, con un incremento del 15% sólo en el último año, lo cual subraya un aumento notable y sostenido en la participación y desarrollo de las jugadoras en este deporte.
En la actualidad, más de 6000 chicas participan en la práctica del rugby en el país, con más de 5000 en edad competitiva desde la categoría M15 en adelante. La distribución por regiones y uniones provinciales muestra una participación activa en todo el territorio argentino, resaltando uniones como la Cordobesa, que cuenta con 648 jugadoras, y la de Tucumán, con 369 jugadoras.
Desarrollo en Uruguay: expansión y consolidación
En Uruguay, el rugby femenino está viviendo un período histórico de expansión sin precedentes. De acuerdo con Vivian Trzeinsky, Coordinadora del Rugby Femenino en la Unión de Rugby del Uruguay, se ha registrado un notable aumento en la cantidad de equipos y jugadoras desde mediados de 2016. En la actualidad, el país cuenta con 12 equipos senior, de los cuales 10 han establecido categorías M18, evidenciando un firme compromiso con el desarrollo continuo y a largo plazo de este deporte entre las mujeres uruguayas.
Iniciativas y desafíos: promoviendo el rugby femenino
Ambos países están aumentando de manera considerable sus esfuerzos y programas destinados a promover el rugby femenino, mediante la implementación de programas escolares de rugby y la colaboración con diversas organizaciones comunitarias.
En Uruguay, iniciativas como la Escuela de Rugby del Charrúa han facilitado la participación de niñas en el deporte, con la meta de integrarlas de manera sostenible en los clubes a lo largo del tiempo. Este enfoque no solo amplía la base de jugadoras, sino que también fortalece la competitividad y eleva el nivel técnico del rugby femenino en toda la región.
Perspectivas futuras: rumbo a la profesionalización
Con un crecimiento constante respaldado por un sólido apoyo tanto en Argentina como en Uruguay, el rugby femenino emerge como un deporte en franca expansión. El próximo desafío radica en consolidar este progreso, garantizando recursos adecuados y una mayor visibilidad para mantener el interés y la participación femenina en el rugby, tanto en el ámbito competitivo como recreativo.
El rugby femenino en Argentina y Uruguay no solo está transformando significativamente el panorama deportivo en la región, sino que también está dejando una profunda huella en la comunidad, motivando a nuevas generaciones de jugadoras a perseguir sus objetivos dentro de este deporte que históricamente ha sido dominado por hombres.